Otra vez es igual. Otra vez me hablas con esa ironía extraña y un infierno se desata. Y si pudiera congelar el tiempo y volverme cenizas y deshacerme cuando sople el viento, que nadie sabe donde habita. Pon la música tan fuerte que no pueda pensar, que nada quedará como estaba. Como si no hubiera un mañana que nos fuera a atrapar, hoy es el principio del final.
Me prometo que no voy a llorar.
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