O deja de decir cosas que en realidad son un no.
Me hierve la sangre con cada llamada que no me hace, cada mensaje que no me contesta aún cuando se que lo ha leído y se tira un buen rato pensando què contestar. Me hierve porque ahora nos necesitamos como no lo hemos hecho antes. Porque ya estoy cansada de palabras.
Demuéstramelo, ya casi no me queda confianza en ti, y menos, esperanza.