No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

domingo, 5 de octubre de 2014

De mí nunca me sale hablar.

Ni de los besos que no he dado o los que he dado de más. De los mil demonios que vienen detrás ni de los seres que custodian a esta persona capaz de amar de verdad.

Muchas cosas dentro, que vaya a soltar muy pocas. Una charla, un litro, un peta; algo distinto. Caras nuevas, sitios nuevos. La rutina nos mata poco a poco y yo intento vivir cada día, parece que ando sola. Esta vez puedo, sé que puedo.

Roto, pero vivo.

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