Ni de los besos que no he dado o los que he dado de más. De los mil demonios que vienen detrás ni de los seres que custodian a esta persona capaz de amar de verdad.
Muchas cosas dentro, que vaya a soltar muy pocas. Una charla, un litro, un peta; algo distinto. Caras nuevas, sitios nuevos. La rutina nos mata poco a poco y yo intento vivir cada día, parece que ando sola. Esta vez puedo, sé que puedo.
Roto, pero vivo.
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