No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

jueves, 18 de noviembre de 2010

No quiero ningún gramo que no sea de tu cuerpo.























Yo para ver las estrellas nunca miro al cielo,
ya se volar sin motores, aunque amanezca en el suelo.
No se como convencerte de compartir los febreros, 
si me muero de calor, no se porque coño tiemblo.

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