A mí también me encantaría okupar una casa, estar sola. Irme a un sitio que no conozco para hacer lo que me de la putísima gana, sin explicaciones y sin nada. Tenerme solo a mí y perderme en cualquier momento. Un domingo de resaca, un lunes de amargura, un martes asqueado, los miércoles en los que te vas a un parque a no hacer nada, los jueves tirada en el sofá porque en cualquier sitio molestas; un viernes de fiesta bebiendo más de la cuenta y los sábados de mala suerte. Yo no le rezo a un Dios, solo me tengo a mí. Tenía miedo de acostumbrarme a la soledad, a pesar de que ya me había acostumbrado a ella hace años y después se fue; y ahora he vuelto a hacerlo. He vuelto a abrazarme a las noches, a pensar que solo alguien es feliz teniendo nada, a querer irme y no volver en años, a necesitar escapar. No es que todo me quede grande, es que me hago tan pequeña que podría desaparecer en cualquier momento y nadie se daría cuenta. Ya no digo lo que pienso porque nadie quiere oírlo, ni si quiera yo.
No me creo nada, dicen que no hay viento favorable para el que no sabe dónde va y yo me voy a ningún lugar. Necesito algo de luz, porque en mí solo noto oscuridad y vacío. Vacío por lo que se fue, por lo que se llevaron, por los que no volvieron. Oscuridad por la rabia, por el dolor, por la pena. ¿Y a mí quién me arregla? ¿Hay mecánicos o técnicos que reparen este dolor? ¿Hay algo que merezca la pena de verdad? Mi conciencia está limpia y no sé por qué me siento así, a lo mejor se juntó el daño que hice con el que hicieron, igual que se juntan las sonrisas y las ganas de llorar y siempre acabo haciéndolo todo a la vez. No soy nada ni soy nadie y me defiendo cerrando la boca. Antes de ayer estaba rota, ayer me arreglaron y hoy solo se abren grietas. Me gusta encerrarme en mi habitación, me gusta estar sola y sentarme en el sofá a no hacer nada teniendo todo por hacer. Cuando estoy cabreada me pongo rock alto, eso me calma, y cuando estoy nerviosa, me devoro las uñas y escucho How To Love. No entiendo de fronteras ni de ciudades, no sé lo que es dormir en la playa y hacer una hoguera. A lo mejor yo ya no te duelo, pero me duelo a mí misma. No sé de dónde viene esto, ni en qué momento exactamente empecé a sentirlo, pero fue hace años y desde entonces no ha parado de ir a más. Cada vez aparece más seguido y me jode. Quiero joderme la vida. Dime, ¿dónde está mi recompensa? ¿Qué he hecho mal? ¿Puedo corregirlo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario