No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

martes, 3 de julio de 2012

Yo no quiero a alguien que me haga la pelota y me diga qué guapa estoy a cada momento.



No quiero a mi lado a alguien que vaya detrás mía cogiéndome las bolsas cuando voy de compras. Nada de ''te beso y así no discutimos'' ni de ''aquí no, cariño, que nos puede ver alguien..'' porque de eso estoy harta. Lo que yo quiero es querer; sentir esos nervios, la sonrisa estúpida y la cara de idiota que se nos pone cuando vemos a la chica que nos gusta. Discutir con ella y que cuando pase a mi lado pueda oler su piel. El mensaje de buenas noches y la llamada de buenos días, pero de vez en cuando y sin agobios. Que si quiere quedar conmigo, venga a verme; y si quiere quedar con sus amigos, hablemos por la noche. Quiero volver a sentir algo que no sea atracción, algo diferente, algo que ya he sentido. Quiero decirle que me de un toke cuando llegue a casa, que se le olvide y yo me muera al pensar que le ha podido pasar algo. Despedirnos en mitad de la calle y que al irnos alejando las dos miremos hacia atrás a ver si la otra está mirando, y sonreír. Verla hablando con su ex y que me entren ganas de reventar el mundo a golpes y a gritos, pero saber que no besaría a otra que no fuese yo. Quiero que me sorprenda, que hagamos cosas juntas; decirle que me quiero tirar en paracaídas y su respuesta sea darme  un beso y saltar conmigo. Encapricharme de algo y que no pare hasta conseguirlo. Despertarme y que lo primero que haga sea mirar el móvil a ver si me ha escrito por Whatsapp, y si aún no se ha despertado escribirle yo. Irme un día de repente a pensar a algún lado y que ella sepa dónde encontrarme. Que busque mis abrazos y mis caricias como yo busco sus besos. Que sea mi niña, y que aunque haya salido de una cueva, yo piense que es la cosa más bonita que hay en el mundo.


Por desgracia, no siempre tenemos lo que queremos. Yo ya no soy capaz de querer a alguien, y a veces creo que tampoco me apetece. Así que, como unos lo hicieron con Dios, yo lo hice con el amor; mantenemos un pacto demasiado triste, él no habla conmigo y yo no digo que él no existe.

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