No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

miércoles, 11 de abril de 2012

Pobre gato uuuohh.


Pepa- Pero qué pasa ahora?? Te estoy contando que estoy rallada y qu…qué coño hace este bicho ahora??

Sara- Eh??

Miré al gato flipada.

Pepa- Que me está amasando el estómago con las patas…con una cara muy rara, como medio dormido! Y ronroneando, que otra cosa  no, pero ese vicio no lo suelta

Sara- Aah ( Rió ) El gato de mi abuela también hace eso

Pepa- Y??

Sara- Te está mullendo los órganos, como hacen con el sofá o la cama, para tumbarse encima

Me quedé unos segundos callada.

Pepa- A…aaaaaaaghhh, qué asco, qué dices??

Sara- Sí, que lo he visto ( Riendo )

Pepa- Qu…qué macabro, qué asco, qué mierda es esta??! Quita!

Le empujé un par de veces, pero se resistió. Era imposible, le atraía como la miel, una vez que se me subía encima no le bajaba ni el Espíritu Santo.

Pepa- Pepe! Malo! ( Maulló ) Déjame los órganos!

Sara- Pepa? ( Rió )

Pepa- No, no…no me maulles, acaso te amaso yo el páncreas para ponerme encima?? ( Pausa ) Oye los gatos tienen páncreas, no?

Sara- Pepa, podemos centrarnos en la conversación? Ya que me llamas a las tantas y no me dejas dormir, al menos podríamos basarnos en una conversación y dejar de saltar de gilipollez en gilipollez

No hay comentarios:

Publicar un comentario