No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

viernes, 18 de enero de 2013

Contigo.

Con clavos en la cama, con frío continuo en el cuerpo. Sensación de vacío, de qué hago aquí, acatando unas normas que no quiero, bajo un techo, sí, pero sin ganas de vivir como antes. Algo que yo he elegido. Me faltan tus besos. Tu voz susurrándome cosas que solo tú y yo podemos entender. Esa mirada tuya que ve lo que hay dentro de mí. Un hasta luego; un punto y seguido. No querer levantarse porque hoy no veré tu carita sonriéndome, ni tus manos acariciarán hoy mi cuello, ni tus labios mi piel. LLegar a casa y que todo esté tan en silencio, que no haya alegría. No querer salir de casa porque sé que no te encontraré al doblar una esquina, no salir porque no puedo darte todas las chustas que hay, no agacharse a recoger las chapas. No nada. Echarte de menos día tras día aunque solo haya pasado uno desde que estás allí. Lejos pero tan cerca. Tan cerca que todavía puedo escuchar tu voz, aunque ya no me llames. Tan cerca que me acuesto y me duermo, y sé que volamos por las noches. Tan cerca que noto tu sonrisa cuando voy a por pizza. Tan cerca que no te veo.

Me encanta que me des los buenos días, me encanta que sonrías y que todo esté bien; que tú estés bien. Me encantax. 25 o 1, tú eliges; pero me muero por verte.


''Todo está perfecto, mi amor. No llores, todo está bien''.

No hay comentarios:

Publicar un comentario