No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

martes, 6 de noviembre de 2012

Volver a sonreír parece fácil, pero no lo es.

Parecía que todo el vacío se estaba llenando, bueno, en realidad sí se estaba llenando. Salía el dolor y entraba la alegría. Encima de ti el mundo parecía tan pequeño... Y me digo: el tiempo pasa rápido, se pasará; pero a mí nunca se me pasa esto. No salir de una y caer en otra. Y me seguiré diciendo todos los días que me lo debo, que tengo que hacerlo por mí y no por nadie, pero me duele no ser la causa de tu sonrisa. Es sentirse tonta todos los días, por todos lados. Me encerraré en mí, como años atrás. ¿Y qué más dará? Sabré la verdad. Todos los días tienen horas de sí y horas de no. Horas de: es un puto tiempo, nada más; no se olvidará de mí; tengo que sonreír y estar bien, por mí. Y horas de: soy gilipollas, no sé enfrentarme a esto y me siento tan pequeña y vulnerable que me doy asco. Es sentir que duele, por todos lados. Y pensar: ¿y si soy una ''persona'' más? ¿y si soy eso intentando convertirme en persona? Pero no quiero que me maneje NADIE. Nadie que me diga lo que tengo que hacer. Ni padres, ni ''amigos'', ni nada. Sin perros que me ladren, sin dar explicaciones. Pero caigo en la rutina de que mañana volveré a clase, y seguiré un horario que no me agrada. ¿Acaso no intento huir de eso? No sé dónde estoy, ni a dónde voy, pero me toca andar sola y llegará el día en que pueda hacerlo. No quiero besos cuando empiece el tiroteo, como frase a una situación que siempre se repite. Tú, tan cerca y tan lejos. Y yo, intentando ser fuerte a ratos.

Yo no voy a odiarte a los dos meses, ya sabes que no soy como el resto, o eso decimos siempre. Pero cuando esté bien, cuando no me duelas, por favor no vuelvas para volver a echarme sin echarme, porque de esa sí que no salgo. A veces me gustaría ser como el resto a la hora de querer a alguien. Ellos sí quieren a medias porque en realidad no quieren a nadie. Y yo no quiero a  nadie pero quiero tanto a todo... Que me da rabia. Rabia por no saber demostrarlo, por no sentirme y perderme. Por tener este puto bloqueo que no me deja hacer NADA. Porque sé que si me lo propusiera, si le pusiera ganas de verdad a algo, me saldría como yo quiero. Solo hay que creer, pero yo ya no creo en mí.


Sé que saldré de esto, aunque me cueste la vida.
Paso de ti, Tristeza.

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