Y con ella un par de años de quererte por las tardes, de mañanas sin llamarte; tú me enseñas que se puede querer lo que no ves. Tropezamos de repente como en un nuevo 11S, sonreíste a quemarropa contra el filo de mi boca, y susurraste que el pasado solo es como un día malo. Tú me enseñas que se puede querer lo que no ves..
Si me fuera, ¿vendrías a buscarme?
Esa no es la pregunta correcta, pregúntate: ¿por qué no?
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