Quiero darte más razones de las que ya te he dado para que me quieras, quiero demostrarte lo que no te he demostrado aún; quiero estar ahí para hacerte sonreír. Me encanta verte feliz; odio cuando apareces con la cabeza agachada pensando en tus cosas y mirando al suelo, intento averiguar qué te pasa y me quedo mirándote sin que lo sepas, tú no me miras. Ella mira de reojo cuando cree que no la miro, ¿cómo no voy a mirar si arde como el rastrojo en cuanto me descuido? Me encantaría hacerte feliz como te mereces, despertarme con tu voz todos los días y poder decir que la chica que tiene enamorado a medio mundo solo me quiere a mí. Ya no tengo nada claro, y tengo que aferrarme a mi fe como aquel que cree en un Dios.
Echo de menos las noches compartidas, tu olor y el color de tu pelo; que aunque no tengan relación, espero poder amanecer contigo algún día. No es fácil sobrevivir a base de sueños.
¿Recuerdas el sms que me mandaste contestándome a: tú sueñas despierta? Me dijiste: ''no es que sueñe despierta, es que a veces vivo de eso..'' Yo vivo a base de eso, no eras la única que lo hacía. El papel es tu enemigo porque dice lo que callo, que yo a ti nunca te digo. Intento hablar contigo, pero ya no tienes tiempo; nunca solías tenerlo.
Varias veces le he pedido al cielo una señal para seguir y él me la ha dado, hace tiempo que nadie recibe señales ¿sigue habiendo vida ahí arriba o habrá decidido el cielo abandonarme a mi suerte? No sé qué pensar. Y es que hoy estoy triste, solo pienso en llorar. Y solo necesito que alguien crea en mí. ¿Tú crees en mí?
No sé si perdí la razón, eso es lo que dijeron; lloré en mi habitación, eso es lo que ellos no vieron.
Yo siempre me he reído de esa gente que ''amaba'' a alguien a los dos días de conocerse y ya habían mantenido relaciones sexuales incluso, que aseguraban que esa persona era su vida, que lo era todo. Me he reído de las princesas, de los sapos, del amor a primera vista y de las películas como Titanic.
Y ahora mírame, soy yo la primera gilipollas a la que no le hizo falta verte la cara para sentir algo cuando te acercaste a saludar, aún sin conocerte. Fui yo la que se quedó mirando cómo te alejabas mientras las ganas de correr detrás tuya y decirte un mísero y absurdo ''hola'' aumentaban con creces con cada paso que dabas. He luchado por ti como no lo he hecho por nadie, me he enfrentado a mí misma y he perdido muchísima de la vergüenza que me impedía hacer cosas que me moría por hacer. Solo por haber luchado, por querer que saliera bien, por haberlo hecho bien por primera vez en mi vida, solo por eso, me merezco que salga bien. Que a mí me la suda que estés con una chica de la que no se fía nadie si esa chica es la que te hace feliz, pero no me pidas que renuncie a ti si tú vas a cambiar tu propia felicidad por un simple buen estado de ánimo. Yo tengo claro quién soy y lo que soy, y sé que no soy nadie para decirte que no eres feliz, de eso tienes que darte cuenta tú. Sé que tienes miedo, todos tenemos miedos. Miedo a la oscuridad, miedo a quedarse solo, miedo a perderse, miedo a las arañas, a lo desconocido, a las enfermedades, a la muerte; miedo a todo. Pero somos personas, y el miedo es parte de ti igual que es parte de mí, yo no puedo hacer que tu miedo desaparezca, pero puedo evitar que crezca y te haga pequeña. No puedo evitar que te pase algo, que no te va a pasar nada, pero puedo estudiar primeros auxilios por si acaso. Si algún día te resfrías o te da un ataque de ciática, que no te va a volver a dar, puedo cuidar de ti. Si tienes ansiedad puedo darte una ostia, y si no puedes dormir puedo llamarte y hablar contigo hasta que puedas hacerlo, y si compartimos cama puedo mecerte suave y contarte algún cuento como el de Blanquito.
Solo quiero que seas feliz, y aunque suene a típico creo que me conoces lo suficiente como para saber que yo no lo digo por decir. He intentado abrazarte cuando te veo, pero no me sale, he olvidado cómo se hace. Y sinceramente, no me apetece besar a nadie que no seas tú, aunque esto también suene a típico (y probablemente si tú fueras a leer esto dirías: a otro perro con ese collar).
Yo no quiero meter alpiste en tus barrotes, puedes dar trotes, y entiendo que te pongas muy hija de puta si te da. Yo también prefiero tener vacío el comedero y ya le tiraré bocao's al mundo entero, luego miraré dónde lo escupo. Si te revuelves, yo me ocupo de mirar. Podría hacerme un vestido con todo lo que he perdido y aún seguiría sin tener sentido sonreír. Intentaré comprender tus noches de desvelo, no te compraré con puñaos de caramelos; yo no te quiero pa' pasar el rato.
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