No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

lunes, 26 de marzo de 2012

Intento estar bien pero es que la vida empieza a odiarme.

No puedo corregir los errores que cometí en esta vida.
He perdido tantas cosas que ya no me queda nada,
tenía amigos en los que confiar o tan solo lo pensaba.
Vosotros, mi familia, nunca estabais en mis días tristes,
pasaba las horas rezando a un Dios que ni siquiera existe.
Noté que moría cuando perdí a la persona que más amaba.
Los mejores meses de mi vida los compartí con ella.
LLegaba a casa sin ganas de nada y me sentía agobiada.
No me llenaba lo suficiente, sentía que perdía el tiempo.
La gente me miraba mal mientras yo era amable
decían que estaba enferma, que lo mío era incurable.
Derramo sudor y lágrimas frente al espejo del baño.
No paro, aunque me haga daño.


Los que habéis luchado por mí sabéis lo mucho que os quiero.

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