Soy yo quien no quiere hablar.
Hoy prefiero las canciones que no hablen de corazón.
Que el calor de tu sonrisa sea quien rompa mi tranquilidad.
Por eso, en ti, yo veo un sentido inverso.
Que me den un corazón que sea de hielo, que se funda en el momento de sentir algo por ti.
Que mi voz de esconda en sitios que no alcance la verdad de nuestras vidas porque no acierto a decir que hay estrellas que no miro porque no las quiero ver si no estás tú.
Si decido darle vueltas a la vida, no me importa lo que digan, son las causas del querer.
Yo soy de mí, y de nadie más.
Y, ¿Qué me importa el qué dirán?
Si me caigo en el intento, pues me vuelvo a levantar.
Como dicen los más sabios, ya mañana Dios dirá.
Que bonito es mi silencio para quien lo quiera oír.
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