No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

lunes, 30 de enero de 2012

Tenía que decirlo.

A ver, es que hay cosas que me revientan.
Que sí, que yo soy la primera masoquista que hace de mi vida un drama y que no suelo luchar por lo que quiero, es cierto; pero joder ¿sois tontos o qué pasa?
Me explico. Si a mí me gusta X persona y nunca me ha dicho si tendría algo conmigo ¿por qué gallinitas jóvenes en ácido acético no voy a intentarlo? Porque pienso que no lo tendría, porque pasa de mí cada vez que le apetece, que sí, si eso nos pasa a todas. ¿Y QUÉ? Pues si a ti te gusta Rita la cantaora y tú la quieres, pero OJO, no querer de: me la follo y adiós, que tías así hay a patadas; no, querer de: Me estaba mirando, la he mirado y ha apartado la mirada, he sonreído como si fuera imbécil solo porque me estaba mirando; pues luchas. ¿Y por qué luchas? Yo te lo digo. Porque a lo mejor Rita te quiere pero no te lo demuestra. Y a lo mejor lo que para ti es una llamada a las 12 de la noche diciéndote que está llorando con el vídeo de la chica que canta al novio en su boda aunque ella no sea una invitada es una tontería pero para ella llamarte y decirte eso es como construir 5 edificios de 20 pisos en 4 días; vamos, increíble. Claro que tú piensas: joder, es que es verdad, tengo que espabilar porque va a llegar alguna zorra y me van a dar por culo. Y te pones a ello, pero Rita pasa de ti. Pero MEC, error. Rita no pasa de ti. Rita te quiere a su manera y poco a poco te das cuenta de las cosas, tardas, pero te das cuenta. Y tenéis una tontería ahí descomunal que tú dices: ¿pero me quiere o no me quiere? Porque yo ya no sé. Total, que como no sabes qué hacer con tu vida, decides olvidarte aunque sabes que no puedes. Y al día siguiente te encuentras to' el zas cuando te metes en el Tuenti y pone ''un comentario nuevo en el tablón'' y rezas ''por favor, por favor, por favor..'' Y efectivamente, es suyo. Te está dando los buenos días y tú te tiras toda la mañana para contestar porque no sabes qué decirle.
Va pasando el tiempo, y hay un ni contigo ni sin ti ahí que tú no entiendes. Momentos increíblemente increíbles como tener el móvil en silencio, estar durmiendo y despertarte como si fueras un robot a cogerlo y ver que te está llamando, todo esto cuando estabas durmiendo, muy fuerte. O que llegue y te abrace por detrás de repente, o que te diga que tendría un hijo contigo. Pero lo bueno no dura siempre.
Y un día, llega una tía y ya sí que piensas: todo esto no ha servido para nada, pasa de mi puta cara, tengo que ser fuerte. Y eres fuerte un día, dos, tres; pero al cuarto no puedes ser fuerte y se te cae el mundo porque la echas de menos y te sientes imbécil. Y así unas cuantas noches.
Hasta que por fin piensas: joder, me quiere, es solo cuestión de tiempo, lo que pasa una vez puede que nunca más pase, pero si pasa dos veces pasará una tercera; eso decía el libro. Y con toda tu fe confías en el libro y en que eres lo suficientemente buena para que el destino juegue a tu favor esta vez. Así que te sientas pacientemente entre tu caos personal e intentas ir reconstruyendo tu vida poquito a poquito, y poquito a poquito, botella de ron, arriba botella de ron abajo; consigues estar genial.
Y seguirás genial. Y lo que tenga que pasar, pasará; y si no pasa, es porque no tendría que pasar.


Y así es la vida.

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