No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

martes, 20 de marzo de 2012

No hay hombros en los que apoyarte cuando desconfías de todo.

¿Qué es real? Nada tiene sentido, esto es tan cierto como que nos hace creer que todo está conectado, pero ¿y si no es así? Es decir, ¿y si las casualidades sí existen? Solo pasó lo que pasó y ya. No hay más. Ni bodas, ni dones, ni nuevas oportunidades de mejorar... nada. Porque quizá nada sea cierto. Mañana te despertarás en tu cama de siempre, con tu pijama de siempre y harás lo de siempre. Y siempre es así hasta que te cambian el pijama, cambias la cama, o cambias la rutina. Porque nada cambia, pero todo cambia. Digo, tú te levantas hoy igual que ayer, igual que antes de ayer, igual que hace tres días.. Pero miras atrás, hace cinco meses, y te das cuenta de que eras feliz, de que todo ha cambiado y no entiendes muy bien por qué, quizá porque tenía que pasar o quizá porque te ha tocado perder otra vez. ¿Has ganado algo? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Por qué estamos aquí realmente? Realmente, lejos de las creencias de todos, solo la verdad. ¿No seremos una panda de locos? ¿Y si solo tienen razón los que no creen en nada? Ellos son libres. 


Yo seré libre.

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