No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

martes, 20 de marzo de 2012

Que no le dije jamás, pero me volvía loca..


Y claras noches de julio..
Y ella, que me miraba con sospecha
luego sonreía..
Y yo, yo que jamás comprendí nada..
Veo que ya no me la quito de la mente, no.

Y ella era un pequeño gran amor,
solo un pequeño gran amor,
nada más que eso,
nada más.

En aquel encuentro extraño,
hasta en medio, sabe que la habría reconocido.
Larga carrera ansiosa, hacia estrellas caídas,
y manos siempre curiosas de cosas prohibidas.
Y la canción mal cantada bajo una nube gris,
¿Quién llega antes al muro?
No estoy tan seguro si te amo de veras.
No estoy tan seguro.

Y ella, que de repente no hablaba, 
más se le veía claro, claro que sufría.

Y yo, yo no lo sé cuánto he llorado,
solamente ahora me estoy yo dando cuenta 
que ella era un pequeño gran amor,
solo un pequeño gran amor.
Nada más que eso,
nada más.


Puede que no te vuelva a ver en tres o cuatro años con la vida al revés, 
quizás entonces pueda ser otra tarde gris, a punto de llover; sé que entonces sí.

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