Tengo un gato en las entrañas, un tembleque en las pestañas y muy poco tiempo si me dice que ya nos veremos. Voy rompiendo las persianas pa' dejar por mi ventana el camino abierto si se cansa de andar por el suelo.
Pondremos el mantel, tú quédate a mi lado a comernos al amanecer lo que quieran las manos. Y de postre un sol maldito que termine de volverme loco, que ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco.
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