No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

miércoles, 11 de enero de 2012

Soñando que me hablaba y me agarraba a sus cuerdas vocales.

Que no hay quién pueda dormir escuchando mi latir, que parece que está masticando cristales.
Tengo un gato en las entrañas, un tembleque en las pestañas y muy poco tiempo si me dice que ya nos veremos. Voy rompiendo las persianas pa' dejar por mi ventana el camino abierto si se cansa de andar por el suelo.
Pondremos el mantel, tú quédate a mi lado a comernos al amanecer lo que quieran las manos. Y de postre un sol maldito que termine de volverme loco, que ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco.

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