Y ser invisible dentro de un silencio triste donde solo las paredes existen y te preguntan:
¿qué es lo que harías? ¿y lo que no harías nunca?
Y me quedaré sentada, atada a este silencio oscuro, que os juro que me mata y me atrapa con sus conjuros.
Y es que quedarse en silencio a veces es pagar el precio de no haber sido capaz de que te entendiera el resto.
Y estoy hecha polvo y tirada en kelly, viendo que el problema soy yo y sin mí todo está ready.
El silencio es duro como tus palabras de rencor, como los gritos de papá gritándole a mamá por el alcohol.
El sol solo saldrá si de verdad calmas tus dudas.
Desgraciadamente, nunca es el lugar ni es el momento y siempre hay una buena excusa que poner para quedarse quieto.
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