No pueden oírme, pero yo puedo gritar más.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Buscando algún paraíso artificial.

Sé que esta noche mi mente es más ligera que el aire, 
con todo lo que he tomado podría fundir el sol. 
Para que no me recuerdes que he perdido el control, 
llevo siempre un libro encima coartada de este horror.



Quizá sea yo, quizá el temor, quizá el cariño, el rock 'n' roll;
o las historias que nos llevan al reproche..
Me pone mala esta situación porque siempre, al final, algo falla.
Nos vino a visitar la cruda realidad, entró sin llamar.
Me conformo con bailar un rato con la felicidad.
Meterle mano, que me de un toque.
Empezar a asimilar lo raro que es todo si no estás.










Ahora que vamos despacio, no me abandones, por favor.

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